En realidad las presiones en los equipos son un tanto relativas. Depende mucho de varios factores como la temperatura ambiente, la aireación que dispone el lugar de la instalación, el gas utilizado,la aplicación para la que fue diseñado el equipo etc.
Para mi lo esencial es tomar en cuneta el salto térmico. con esto me refiero al calculo que debemos realizar si necesitamos que un equipo mantenga un producto o un recinto a una determinada temperatura, sean 2 grados en una cámara o 24 para un aire acondicionado.
Tomemos como referencia un aire acondicionado familiar de 3000 frigorías, si necesitamos que este equipo mantenga una habitación a 24 grados no podemos pretender que la temperatura de evaporación de este equipo sea de 24 grados, porque de ser así, este equipo debería funcionar constantemente para lograr mantener esa temperatura estable.
Teniendo esto en cuenta lo siguiente que debemos saber es que un salto térmico aconsejable se encuentra entre los 12 y los 15 grados centígrados menos.
Si a los 24 grados que necesitamos le restamos en salto térmico de 15 grados esto nos sitúa en una temperatura de evaporación de 9 grados , si a ésto le agregamos que un aire acondicionado se lo puede graduar hasta una temperatura mínima de 16 nos lleva a una temperatura de evaporación de 1 grado centígrado.
Habiendo llegado a este resultado y sabiendo con que gas trabaja este equipo, podemos referirnos a la tabla de presión y temperatura para este gas.
Los gases mas utilizados en estos equipos son el R22 y el R410A por citar alguno.
Ahora buscamos en la tabla correspondiente la presión necesaria para lograr una temperatura de evaporación de 1 grado.
Ésta nos indica que para el refrigerante R22 necesitamos 60,2 Psi y para el R410 A necesitamos 105.2 Psi.
Éste sería el punto óptimo considerable para un aire acondicionado. Descender de estos parámetros provocaría un comportamiento no deseado en el equipo pudiendo provocar un congelamiento en el evaporador. Desde este punto y hasta los 6 grados de temperatura de evaporación podemos considerar un aceptable salto térmico y por ende un correcto funcionamiento del equipo.